Love beat rhymes

La vida es un misterio

dice mi alumno Fernando,

y le digo que me dejé el coche abierto

en doble fila

en el extrarradio,

pero no me lo robaron.

No me robaron mi carro.

Eso es otro gran misterio, Fernando, como la vida.

Dónde voy.

Dónde la carretera.

¿Dónde vamos profesor?

Me pregunta Arturo

que ha llegado tarde

que ha llegado tarde todo el curso

y yo le digo que no sé

y ellos me siguen

porque no creen en nada 
pero creen en mí.

Esta. Esta es. Esta es una escuela de poetas.

Fernando, mi carnal, escribe algo sentimental

y me dice que el diablo tiene cola.

Arturo escribe que la realidad es perspectiva

y yo no lo sabía o no lo recordaba.

Ahora dime tú,

después de todo esto,

quién de nosotros es el maestro,

ojalá todas las clases del mundo

tuvieran una escalera al cielo,

como esta,

como estos tres poetas,

en la escuela,

ascendiendo,

con la luna a cuestas.

Tan solo escuchen esos  bolis

rasgando el infinito sin cometer delito

dejando todo escrito

como knock knock knock knocking on heavens

aporrean las puertas

les sangran los nudillos,

escriben poesía, memorizan, pintan trenes, se escapan de casa y vuelven a clase.

Escriben rap.

Cantan poesía.

Escriben una nota en el coche del despistado

de su profe: ‘No robar u os pisamos el cuello. Fdo. Arturo y Fernando’.

Ellos.

Ellos son poetas.

Ellos saben como arrancar un coche,

también como robarlo,

como arreglarlo,

como revenderlo y sacarle unos euros,

como escribir para quitarse las manchas de grasa,

como escribir para resolver el misterio de la vida.