Si el tigre hablara


‘Si fuéramos sueños, para sugerirlo fielmente necesitaríamos una mariposa y no un tigre’ Borges

Decía Wittgenstein que los límites del lenguaje son los límites del mundo.

Si le preguntáramos al tigre
nos contaría sobre el sabor de la saliva animal
en el antílope sobre una cama de estrellas,
diría: Estrellas titilantes sobre color coloreado
y que el viento sale por donde le dejan.

No nos rugiría
porque un animal herido
nunca decide cuando sangra.

Para que un animal sangre
(las heridas abiertas del paladar)
ha de esconderse bajo las raíces del sauce.

Podría allí dar dentelladas,
hendir los dientes
hasta astillar la madera de las raíces,
dejaría la marca de los incisivos en la arena
y luego escupiría el sabor de la sangre.

Para que un tigre ruja.
Para que un animal herido sangre
tiene que querer curar la herida.
Decir: Estoy herido.

Pero los tigres no hablan.


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