El teléfono de la esperanza

Llamé al teléfono de la Esperanza pero me dijo que no estaba.

Pero he visto a un hombre dando de comer a los gatos de la calle,

a primera hora de la mañana.

En la calle desierta

hay una mujer que riega una flor muerta

solo porque una vez fue bella. 

Insisto. el teléfono de la esperanza no devuelve la llamada.

También hay quien ve una pradera en un rectángulo de hierba,

quien prefiere la suerte del mar, la espina de la rosa.

Camino acaba de ganar la pelea que

llevaba doce años marchitándola

y se ha plantado en medio de la basura

y enciende un cigarrillo para quemar la broza seca.

Martín tiene cuatro y huye del humo de la escuela

y baila en el vendaval con los árboles el rock and roll del parque 

y su padre le dice que apague de una vez el viento.

Para todo esto hay que 

aporrear

quebrarse los nudillos

gastar los timbres de las puertas del cielo.

Hacerse tarifa plana para llamar al teléfono de la esperanza. 

Insistir

-En este momento no podemos atenderle.