Sueño con serpientes devorando encinas


`La mato y aparece una mayor..' Silvio Rodríguez

-1-

El ángel ardía en el crepúsculo
arrodillado entre llamaradas,
esta vez no pudo domar a la tenia
que devoraba al niño mimado de las hadas,
cada vez que no dormía en su cama de púas.

Afuera, una monja apocalíptica
recogía los céntimos
que había volcado el prestamista,
el día que dió un golpe encima de la mesa,
para comprarme este cuaderno
en el que escribo.

Un muñón curado, una herida parlante
como un árbol talado por la mitad,
escupía para apagar el fuego,
santiguaba a los demonios en llamas,
-Podéis ir con dios
pero dios no estaba fuera 
para llevarnos al velatorio,
dios no era un taxi.


-2-

Habían talado la encina milenaria 
que gobernaba la plaza de mi pueblo,
aquella que extendía sus raíces 
hasta debajo del WC del niño de las hadas.

La tenia devoraba los intestinos del niño.
La tenia se alimentaba de las raíces de la encina,
de las raíces de mi pueblo,
hacía un frio de raíces
en aquel crepúsculo de octubre.


-3-

Las raíces ascendían por todo su cuerpo 
y se conectaban con una maquina desfibriladora.

El sacerdote no pudo apagar el incendio a escupitajos.

Olor a papel y árbol quemados.

-La tenia se llama Sebastián, es mi ángel de la guarda,
me susurró el niño mimado de las hadas.


-4-

Y la tenia se deslizó por mi oído hasta buscar raíces en mis intestinos. 

Y en los intestinos de la tenía todavía estaba el último esqueje de la encina.


Como un juego de muñecas rusas,
la tenia eclosionó en mi estómago
trasplantando las raíces milenarias
de una encina que me mantiene sujeto

a la tierra

y me siembra en un futuro 

sin ángeles que me devoren.

Entradas populares