Confianza ciega



A Fer AZ 
‘Porque nunca le he dicho a nadie que sea mis ojos’


Sé mis ojos,
dime una vez más,
que sujetarás las lágrimas en la trinchera.

Otra vez, comandante,
repita,
dónde hay que apuntar,
dónde hay que disparar la sonrisa 
contra el enemigo.

En el ojo de la revolución,
aún siendo yo ciego,
siempre ví que me llevarías a la victoria.


La primera imagen nítida,
tras la batalla:

La vuelta al hogar con mi comandante,
mientras todo arde afuera,
hasta los anteojos y los mapas.

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