Robo en casa del Marqués de la Ciénaga
El robo de Lady Gangrena
‘’La poesía, cuando llega, no respeta nada’’ (Ferreira Gullar)
-1-
Viniste a robar a mi casa,
el único día que escribo de la semana.
Otra vez aquí
a pedradas apareces,
marchitas mi jardín de camelias,
Lady Gangrena,
a pedradas
derrumbas la puerta,
prometes incendiar este palacio,
usurpar mis propiedades intelectuales.
-2-
Así que blando mi estilográfica,
apaño como escudo
mis incunables del quatrocento,
te lanzo un verso alejandrino
y las primeras ediciones del arcipreste.
-¡Fuera de mi casa, mujer de flores silvestres!
Otra vez aquí
queriéndonos a pedradas.
Por lo menos,
cierra por dentro,
no sea que entre mi editora.
Ahí esta la caja de caudales,
al lado del ajuar de mi difunta.
Aquí mis heridas abiertas:
para que expandas tus fauces
sedientas de abismo.
sedientas de abismo.
Masturbas a mis querubines
ya no serán arcángeles caídos.
El heraldo de mi apellido castellano
manchado de pus y carcoma.
Mi perrito lord Byron taxidermizado
será adorno para chimeneas.
Iba a escribir,
te lo juro,
antes de tu gangrena,
iba a escribir un poema.
-3-
Así que reconsidera: vete
o cierra por dentro,
no sea que me pille mi editora.
Tus carcajadas, como un arpa
que entretiene al vecino del cuarto.
-¡Ve por él que escribe palinsepstos neoclásicos!
-¡Y no a mí que escribo aún para demostrarle a mi madre!
Tu corazón bombea
con el último petróleo del planeta,
quiéreme y préndete fuego.
a ver si te desinfectas.
Sé que un tequiero te encarcelaría
pero te avisaron los aullidos de los perros en la noche.
Y te has largado por la ventana,
veo tu culo de luna alumbrar este destrozo,
corres hacia el siguiente naufragio
y solo la noche tóxica podrá librarte de ti misma
y de tu gangrena.
Todo está en desorden,
y tengo la inútil sensación
de que se escapó un poema por la ventana.
Iba a contar
que alguien te quiso a pesar de ti,
a pesar de que robaras en mi casa.
Y no te voy a poder denunciar,
ni siquiera por aquí,
ni siquiera con este poema.